Los antiguos mesomericanos advirtieron, gracias a su observación del cielo, que todo lo que ocurre en la Tierra está relacionado con ciclos, repetitivos, que determinan el curso de lo que acá sucede. Para ellos estos ciclos fueron elementales en su cosmovisión; los hombres debían asegurarse de que estos ciclos se llevasen a cabo para la preservación de la vida. Desde el más cotidiano, como el nacimiento y ocultamiento del sol, hasta la llegada de las estaciones, o de los ciclos astronómicos más complejos.
Como sabemos, los mayas y los mexicas coincidieron en la cuenta de los ciclos solares de 52 años. Cada que transcurría este tiempo, para los mexicas, por ejemplo, se hacía la celebración del Fuego Nuevo. Ocurrían cambios en el curso de los tiempos y en la percepción de los hombres.
Muchos de los rituales de otras etnias milenarias estuvieron también estrechamente relacionados con estos ciclos del renacimiento de la vida. Uno de ellos, altamente conocido en el mundo por su vistocidad y excentricidad es el de los hombres-pájaro de los Voladores de Papantla, una danza-invocación, que podría decirse, tuvo un uso extenso en Mesoamérica, es decir, no es necesariamente es originaria de Papantla (más bien así se le conoce popularmente): la practicaron los nahuas, mexicas, totonacas, e incluso en lugares del occidente del país como Jalisco o Nayarit.
Esta revelación histórica me viene a la mente al internarme en un par de capítulos a los que mi profesor osó llamar "la danza del cambio" y "aprendizaje expansivo" respectivamente. Unir estos dos grandes temas me provocó la imagen de unos hombres pájaro danzándole al cosmos y abandonándose en libertad hacia la tierra, de manera que me hace comprender la importancia que cobra el llevar a un plano tangible o experiencial lo que se comprende desde lo nuevo, desde lo naciente, desde la revelación que nos permite romper nuestros paradigmas y expandir nuestro desarrollo personal y social.
Comprendo que debe ser muy diferente lo que el proceso de aprendizaje de estas prácticas desde sus inicios ha sido, quienes comenzaron con ésta práctica tuvieron un contexto diferente y seguramente la comprensión de ella es distinta a la que tienen las generaciones que hacen la práctica en nuestra actualidad. El libro de la quinta disciplina habla de tres niveles en el proceso de transformación o cambio de las organizaciones, hay uno que se experimenta a nivel personal, luego aparecen en la ecuación las redes de comunicación y difusión a través de las cuales se trasmite el entusiasmo que podría provocar en otros iniciativas de cambio o de adopción de nuevas prácticas y que nos llevaría al tercer momento y que es la transformación a través de las nuevas prácticas y la producción de un resultado que se presupone dará credibilidad a lo que inicialmente se intentaba "motivar". Yo no estoy tan segura de que lo que está planteando Senge sea del todo cierto ya que desde lo que comprendo, el planteamiento sugiere una mejora constante de una... llámese organización o sociedad, que a través de la práctica de esta quinta disciplina logra. Mi discrepancia está justo en que considero que la humanidad ha mostrado a través de las últimas generaciones que está en decadencia, que cada vez hay menos interés en profundizar en las cosas de la vida y que trascienden al ser humano y a las organizaciones, es decir, yo intuyo que lo que hoy los voladores de Papantla conciben de su ritual dista mucho de lo que los pioneros del ritual buscaban a través de él, aunque la tradición ha logrado prevalecer a través de muchas generaciones, el sentido profundo o sacro se ha ido perdiendo y es difícil encontrar a quien realice la práctica de manera esotérica. Y me pregunto si es así en las organizaciones también. Ante este escenario me significa la teoría de acción de Yrjö Egelstrom que parte de hacer un alto y tomar conciencia de la situación real sobre la que la organización está parada y solo desde este reconocimiento es capaz de esclarecer el problema y crear las soluciones que ayuden a redirigir el rumbo o simplemente a retomarlo y lo que más me gusta de este autor es que de manera explicita establece la propuesta y puesta en marcha de varias soluciones, para probarlas y solo hasta comprobarlas poder hacer la afirmación de su resultado, lo que nos permite regresar al principio, y la repetición del proceso es la que dinamiza el aprendizaje al que llama: aprendizaje expansivo y que de nueva cuenta me remite a la imagen de los voladores de Papantla y cómo en su intento volador y en la medida que van avanzando dinamizados por el movimiento armónico de todos, es que su vuelo se va expandiendo hasta llegar al plano terrenal, a lo concreto.
Esta revelación histórica me viene a la mente al internarme en un par de capítulos a los que mi profesor osó llamar "la danza del cambio" y "aprendizaje expansivo" respectivamente. Unir estos dos grandes temas me provocó la imagen de unos hombres pájaro danzándole al cosmos y abandonándose en libertad hacia la tierra, de manera que me hace comprender la importancia que cobra el llevar a un plano tangible o experiencial lo que se comprende desde lo nuevo, desde lo naciente, desde la revelación que nos permite romper nuestros paradigmas y expandir nuestro desarrollo personal y social.
Comprendo que debe ser muy diferente lo que el proceso de aprendizaje de estas prácticas desde sus inicios ha sido, quienes comenzaron con ésta práctica tuvieron un contexto diferente y seguramente la comprensión de ella es distinta a la que tienen las generaciones que hacen la práctica en nuestra actualidad. El libro de la quinta disciplina habla de tres niveles en el proceso de transformación o cambio de las organizaciones, hay uno que se experimenta a nivel personal, luego aparecen en la ecuación las redes de comunicación y difusión a través de las cuales se trasmite el entusiasmo que podría provocar en otros iniciativas de cambio o de adopción de nuevas prácticas y que nos llevaría al tercer momento y que es la transformación a través de las nuevas prácticas y la producción de un resultado que se presupone dará credibilidad a lo que inicialmente se intentaba "motivar". Yo no estoy tan segura de que lo que está planteando Senge sea del todo cierto ya que desde lo que comprendo, el planteamiento sugiere una mejora constante de una... llámese organización o sociedad, que a través de la práctica de esta quinta disciplina logra. Mi discrepancia está justo en que considero que la humanidad ha mostrado a través de las últimas generaciones que está en decadencia, que cada vez hay menos interés en profundizar en las cosas de la vida y que trascienden al ser humano y a las organizaciones, es decir, yo intuyo que lo que hoy los voladores de Papantla conciben de su ritual dista mucho de lo que los pioneros del ritual buscaban a través de él, aunque la tradición ha logrado prevalecer a través de muchas generaciones, el sentido profundo o sacro se ha ido perdiendo y es difícil encontrar a quien realice la práctica de manera esotérica. Y me pregunto si es así en las organizaciones también. Ante este escenario me significa la teoría de acción de Yrjö Egelstrom que parte de hacer un alto y tomar conciencia de la situación real sobre la que la organización está parada y solo desde este reconocimiento es capaz de esclarecer el problema y crear las soluciones que ayuden a redirigir el rumbo o simplemente a retomarlo y lo que más me gusta de este autor es que de manera explicita establece la propuesta y puesta en marcha de varias soluciones, para probarlas y solo hasta comprobarlas poder hacer la afirmación de su resultado, lo que nos permite regresar al principio, y la repetición del proceso es la que dinamiza el aprendizaje al que llama: aprendizaje expansivo y que de nueva cuenta me remite a la imagen de los voladores de Papantla y cómo en su intento volador y en la medida que van avanzando dinamizados por el movimiento armónico de todos, es que su vuelo se va expandiendo hasta llegar al plano terrenal, a lo concreto.
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