Me ha despertado un sentimiento de nostalgia y cariño este tema, sobre todo cada que escucho la palabra "comunidad" siento un calorcito en mi corazón que me transporta a muchos recuerdos de experiencias que no terminaría de relatar, y es así como las CoP´s (comunidades de práctica) me hacen sentir en familia, como en casa, en ese calor de la convivencia y del compartir.
La teoría y los autores hablan de la CoP en términos que de pronto me parecen fríos y calculados, no es que así sean, solo que definitivamente es en la práctica donde este tema toma reelevancia.
Morfín, en uno de sus blogs nos dice que "a lo largo de la participación en comunidades de práctica, los miembros aprenden y a medida en que se es más competente, uno se involucra más en la Comunidad de práctica; de esta manera, lo principiantes en la Comunidad de práctica pasan de una “participación periférica legítima” a una participación total".
La teoría y los autores hablan de la CoP en términos que de pronto me parecen fríos y calculados, no es que así sean, solo que definitivamente es en la práctica donde este tema toma reelevancia.
Morfín, en uno de sus blogs nos dice que "a lo largo de la participación en comunidades de práctica, los miembros aprenden y a medida en que se es más competente, uno se involucra más en la Comunidad de práctica; de esta manera, lo principiantes en la Comunidad de práctica pasan de una “participación periférica legítima” a una participación total".
Me gusta cómo Wenger explica que en la teoría que él y Lave crearon es primordial ayudar al individuo a "involucrarse en una experiencia de conocimiento" para poder entonces hablar de un aprendizaje significativo; me ilustra el que a través de escucharlo explicar su teoría también comprendí la importancia de la identidad dentro de una comunidad de aprendizaje, el reconocimiento que debe existir entre los miembros de ellos mismos como parte de ese sistema social que se ha conformado y como alguien confiable dentro de, sin esta validación de la comunidad, no puede existir la comunidad, simplemente sería un grupo sin relevancia, sin pertinencia, sin valor para sus propios miembros. La disciplina social de aprendizaje, frente a la disciplina cognitiva de aprendizaje me representa un verdadero reto, sobre todo al concebirme en este momento como parte de una comunidad de aprendizaje en gestación a través de una asignatura que curso y que se llama Gestión del Conocimiento.
No fue difícil encontrar en mi entorno un grupo al cual pertenezco, tengo identidad, soy reocnocida como parte de y donde comparto pasiones y objetivos comunes: mi familia. Aquí ha sido mi primera escuela y ha prevalecido a través del tiempo, he aprendido a ser y a dejar de ser, he aprendido de manera implícita, explícita y en algunos campos, de manera dogmática pero lo más importante, es que he aprendido en compañía de otros, y es en esta interacción de donde emana el conocimiento al cual accedemos. Los saberes empaquetados fueron llegando a mi vida a través de la educación académica formal y de mi afiliación a distintos grupos de interés, clases de deportes, de música, talleres para "tejer bejuco, mimbre y hacer tru-tru"... es decir, mi aprendizaje ha sucedido en comunidad. Puedo aprender en soledad pero no puede construirse conocimiento sin la sociedad.
Recientemente, por un proyecto familiar para reintegrar a tres generaciones y divertirnos un rato, conocí a un artista de las percusiones, alguien que de manera empírica, tácita, descubrió esta pasión que ha convertido en su forma de vida, en su sustento y su realización; él me contó que cierto día conoció un libro donde una europea había viajado a un país africano con uno de los maestros más reconocidos en el tema de las percusiones, relata que la europea, embelesada por el conocimiento de este maestro se da a la tarea de explicitar esos saberes a través de la creación de un código escrito, muy creativo al que titula "carta de navegación". Con este modelo compilador de ritmos, ella escribe un libro. Hoy, ese método ha sido adoptado a través del mundo para seguir capturando saberes que puedan compartirse con otros, incluso algunos se han basado en este modelo para hacer nuevas propuestas que faciliten más la comprensión y aprensión de de estos saberes pero lo más rico es que ya se trata de un método adoptado por muchos practicantes de las percusiones que son reconocidos y tienen autoridad en el tema, motivo por el cual hoy forman parte ya de una comunidad social de aprendizaje de colaboradores confiables que siguen creando y compartiendo sus conocimientos de manera explícita.
No fue difícil encontrar en mi entorno un grupo al cual pertenezco, tengo identidad, soy reocnocida como parte de y donde comparto pasiones y objetivos comunes: mi familia. Aquí ha sido mi primera escuela y ha prevalecido a través del tiempo, he aprendido a ser y a dejar de ser, he aprendido de manera implícita, explícita y en algunos campos, de manera dogmática pero lo más importante, es que he aprendido en compañía de otros, y es en esta interacción de donde emana el conocimiento al cual accedemos. Los saberes empaquetados fueron llegando a mi vida a través de la educación académica formal y de mi afiliación a distintos grupos de interés, clases de deportes, de música, talleres para "tejer bejuco, mimbre y hacer tru-tru"... es decir, mi aprendizaje ha sucedido en comunidad. Puedo aprender en soledad pero no puede construirse conocimiento sin la sociedad.
Recientemente, por un proyecto familiar para reintegrar a tres generaciones y divertirnos un rato, conocí a un artista de las percusiones, alguien que de manera empírica, tácita, descubrió esta pasión que ha convertido en su forma de vida, en su sustento y su realización; él me contó que cierto día conoció un libro donde una europea había viajado a un país africano con uno de los maestros más reconocidos en el tema de las percusiones, relata que la europea, embelesada por el conocimiento de este maestro se da a la tarea de explicitar esos saberes a través de la creación de un código escrito, muy creativo al que titula "carta de navegación". Con este modelo compilador de ritmos, ella escribe un libro. Hoy, ese método ha sido adoptado a través del mundo para seguir capturando saberes que puedan compartirse con otros, incluso algunos se han basado en este modelo para hacer nuevas propuestas que faciliten más la comprensión y aprensión de de estos saberes pero lo más rico es que ya se trata de un método adoptado por muchos practicantes de las percusiones que son reconocidos y tienen autoridad en el tema, motivo por el cual hoy forman parte ya de una comunidad social de aprendizaje de colaboradores confiables que siguen creando y compartiendo sus conocimientos de manera explícita.
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